jueves, 22 de abril de 2010

La Cascada insondable

Descubrió una nueva puerta, se abrió algo inmenso, unido al infinito, el Pez Avioneta saltó al vacío, abandonando su conocimiento. Sintió la excitación y saltó desplazándose hacia lo desconocido. Jamás preparó su maleta, ni planeó dónde caería, no dejó las cosas en orden, simplemente dejó su mente a un lado y lo hizo.
Las redes para los trapecistas, los escudos para los guerreros, las hechuras es lo único que cuenta en Villa Anémona.

martes, 20 de abril de 2010

El Luchador

El Pez Pirata se olvidó de sonreir, se sentía vacío, desganado, hacía dibujos en la arena aburrido, ignoraba lo que tenía a su alrededor, la comida no tenía sabor, estaba destemplado, hasta que un día decidió intentar seguir los consejos que una vez su padre le dió a su hermano mayor: "Escuchame bien y no pares nunca de luchar, déjate las escamas en cada cosa que hagas, sufre y aprende, ama y comprende, jamás tires la toalla, siempre en guardia, cabeza alta, pero con los pies en el suelo, no te distraigas ni te dejes distraer; ponte objetivos y se disciplinado; intenta no sobrevivir, esa palabra es de cobardes; lleva siempre que puedas la iniciativa; impón tus ideas, anticípate; no te dejes llevar, la marea sólo arrastra a los desesperados, no te dejes pisotear, que la vida es muy dura, uno lo empieza a descubrir más tarde, hasta que te abofetean el alma y ya es tarde; no sueñes despierto; marcate metas, ni sencillas que no te motiven, ni inalcanzables que te desmotiven, prométemelo hijo mío"

Y así día tras día vivía el Pez Pirata, se construyó una armadura transparente que únicamente él podía ver, para no mostrar sus debilidades, se sentía más protegido y cuando pasaron cien atardeceres se dio cuenta que sus victorias no le satisfacían, sus pequeños logros de nada servían y fue a visitar al Pez Mandala, el cual le preguntó nada más entrar por la puerta - ¿Cómo piensas curarte si dejas encerradas tus heridas?-

Pez Pirata- ¿Cómo has logrado ver mi armadura?, explícamelo por favor.
Pez Mandala- Deberías cambiar tu estrategia, de nada sirve luchar, demasiados frentes abiertos.

Pez Pirata - ¿Y qué hago?

Pez Mandala- Deberías empezar por perdonarte a ti mismo o jamás encontrarás ningún tesoro

jueves, 8 de abril de 2010

Lapizlazúli

Nostalgia de baberos, pupitres y recreos.
Encapsulado en un cilindro de madera fina se encuentra en su máxima expresión la impermanencia de la inspiración; pequeñas partículas de ensueños que se trazan en las hojas de la libreta de espirales.
Estimado lápiz, ¿Y si dibujara una línea y empezara a caminar, hasta donde llegaría acompañándote en tus últimos segundos?
Amo las plumas, pero juegan con ventaja, conocen su inmortalidad recargable, con la garantía de vivir; son pedantes, prepotentes, cobardes, lloronas y perennes.
En cambio tú, vives hoy, sabes que cada vez que te saco punta estás más cerca de perecer, por eso no te achicas, te vienes arriba, conoces tu final, bello y mortal. Grafítico te muestras tal como eres, no tienes miedo porque puedes rectificar, se borran los errores y vuelta a empezar. Te veo cada vez menos en las bibliotecas escritorios y estuches, pero aquellos que te encuentran saben que el alma del carboncillo queda extendida sobre el papel.
¿Por qué no se podrá firmar a lápiz en los bancos o en las iglesias?, dice la leyenda que hay un lugar que sí se puede, en Villa Anémona.