sábado, 11 de septiembre de 2010

Efervescencia

Pez Capricho - ¿Crees que puedo meter la esencia de un pez dentro de un frasco?
Pez Avioneta - ¿te refieres a su olor?, yo pienso que sí. Además esto me resulta familiar, pero no sé de que ahora...
Pez Capricho - En realidad... sí... pero quiero ir un poco más allá, ya me conoces, quiero recoger no sólo las capas más superficiales de mis víctimas, sino llegar al mismísimo corazón del hedor que desprenden, cómo si fueran una cebolla, recoger con una varilla una muestra en lo más profundo que podamos llegar.
Pez Avioneta - ¿podamos?... interesante... pero si no matas al pez, lo veo complicado, ¡ya me acordé, El Perfume!, lo leí hace tiempo, el protagonista mataba a mujeres que le atraían para atrapar su alma... me encantó.
Pez Capricho - ¿eso es un sí?, ¿me ayudarías?, porfi porfi porfi, la verdad es que pensaba que me iba a costar más convencerte, no te enfades, pero te regalé yo ese libro...
Pez Avioneta - vaaaleee, otra vez uno de tus planes más que calculados, sé lo manipuladora que puedes llegar a ser, te sufro, pero no me sorprendo, te admiro, ¡me gusta!, pero necesito que me convenzas un poco más, como mínimo para que el fin justifique los medios, como siempre, porque un asesinato no son bromas...
Pez Capricho - Quiero hacer una cata a ciegas de las esencias de algunos peces, previamente elegidos, en chupitos, me saltaré la parte visual, iré directamente a la olfativa y retronasal, viendo pero sin ver, con los ojos cerrados, dejándome llevar por las cajas de mi loft craneal y puntuando en voz alta cada frasco según lo que me provoquen y luego decidir, quizás no elija el vaso que mayor puntuación haya sacado  en la ficha técnica, sino escogeré a copa parada el que mejor maride con lo que  en ese momento  tenga sobre la mesa.
Pez Avioneta - Suena maravilloso, pero tendrás que meditarlo un poco más porque yo aún no he terminado la ecuación para dar vida a nada, sólo consigo curar y reparar cicatrices... ¿y si no los matamos?
Pez Capricho - pues habrá que seguir pensando a ver como lo hacemos...

Bocadillos silenciosos que sólo lees tú

¿Cuándo tu cabeza, tu corazón, tu aliento grita ¡BINGO!?

...cuándo Bostezas de Insomnio y No Gestionas los Océanos de pensamientos.
...cuándo Brincas Irresistiblemente por No pertenecer a un Grupo de Ovejas.
...cuándo notas que su Belleza Interior Nunca Germinó Odio.
...cuándo estás Bien, Independientemente de Nadie, sabiendo que has Ganado a la Oscuridad.
...cuándo el Bienestar no te Ignora y en la Nada Generas Olvidos.
...cuándo un Bombón te Inspiró la Necesidad de Gozar Otra vez.
...cuándo un Beso Inesperado en la Noche te Genera Obsesión.
...cuándo Brilla Intensamente un Nombre por el que Gimes al Ocurrirte.

viernes, 10 de septiembre de 2010

MENÚ DEL DÍA

Primero a elegir:
  • Zumo de Naranja Natural recién exprimido, Café Manchado en Vaso, Copa de Cava y Croissant de Mantequilla justo al despertar con el Off en el despertador hasta terminar de disfrutarnos.
  • Proposición de Macedonia de letras en molde de Bizcocho Ebrio de Texto con frases de Sirope de Frambuesas y Lascas de Palabras a la Pimienta de Jamaica de un posible pez interesante.
  • Ensalada de Espinacas envueltas en miradas verdes, acompañadas de su Sonrisa con Crema Agri-Picante de Miel y Mostaza de un desconocido en el Metro.
Segundo a elegir:
  • Caramelle de Pasta ¡fresca! enrollada en un telefonazo a fuego lento de una Voz espolvoreada de recuerdos que emulsionan Suspiros de Arco iris.
  • Tabulé de Encuentro Sorpresa con Hojaldre de Complicidad, Gratten de Patatas Borrachas al ¡vámonos a Oporto! o a donde sea, ¿por qué no?.
  • Pizzetas de Masa Quebrada de Sensaciones Alborotadizas, vuelta y vuelta, con una Mozzarela ilusionaria y Mini Tomatitos de Santa Reflejada me veo, hecho película para soñar...
Postre a elegir:
  • Tartaleta de Uvas con Queso.
  • Carpaccio de Cómodos Silencios glaseados con un pez cercano o que cerca quieres estar.
  • Caricias de Tiramisú casero sólo o para compartir.


Pez Tonina

    La Pequeña Granja de Doña Serotonina

    Han abierto un nuevo restaurante en Villa Anémona, dicen que en estos tiempos la cocina se tiene que reinventar y han intentado seguir una línea tradicional con fusión onírica contemporánea.

    Nota del Autor: nuestro negocio representa a la antigua usanza un trueque de favores, nuestro menú tiene un precio nada económico, si no tienes ni quieres serotonina, este no es tu local ya que ese es el canje mínimo, es la única divisa que admitimos y somos conscientes de que este requisito nos limita la clientela, pero es al público que nos queremos dirigir. Confiamos en que nuestra apuesta va a contribuir a este vecindario el aumento de optimismo y buen humor que carcacteriza este barrio. La Serotonina tiene un papel importante como neurotransmisor, en la inhibición del enfado y la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, la sexualidad, y el apetito. Pez Tonina
     
     Precio del Menú:  a cada pez cliente se le obsequia con una tarjeta en la entrada, dónce acumulas los platos que vas consumiendo y los pagas a medida que los devuelves por el mismo valor al pez que te apetezca sin caducidad.

    Advertencia, se han encontrado Efectos Secundarios: alucinaciones visuales, que envuelven el sentido del tacto. Causado con frecuencia por factores producidos por indigestiones. O la mezcla de los platos con tensión nerviosa, el uso y el abuso de alucinógenos, estupefacientes y consumo irresponsable de Alcohol. También puede crear adicción este tipo de restaurantes, no consuma más de lo debido ni se prive de menos de lo que necesite.

    martes, 7 de septiembre de 2010

    ¿Cuánto se gana con eso?

    Pez Capricho: hoy vamos a dedicar la clase a decir, sentir y saber expresar lo que queréis hacer cuando seáis mayores.
    Pez León: seño, seño yo cuando crezca me encantaría ser doctor, igual que mi papá.
    Pez Capricho: eso está muy bien, es una profesión muy necesaria y generosa, además necesitamos peces que quieran salvar la vida a los demás vocacionalmente.
    Pez León: no, no yo no quiero ser guarda piscinas, con las marca de las gafas de sol y los tirantes, me entendió mal profe, yo no quiero ser socorrista.
    Pez Capricho: está bien, pero para ser doctor hay que estudiar mucho, mucho, ser disciplinado, tenaz cada día y quizás sacrificar horas de deporte y ocio.
    Pez León: vaaale nena, yo en realidad lo que quiero ser es multimillonario, sin trabajar ni hacer nada, de nada.
    Pez Capricho: no estás cogiendo la dinámica del ejercicio, además a no ser que te toque la lotería no va a ser posible, lo siento, es mi deber como educadora bajarte de las nubes, cielo y mostrarte la realidad.
    Pez León: vaaale, creí que había que ser sinceros en este aula, bueno pues lo voy a ser por segunda vez, usted me pregunta, por qué quiero ser doctor?, bien, yo le contesto, pero no se escandalice por escuchar las verdades. Quiero ser doc única y exclusivamente porque quiero llevar bata blanca, porque creo que mola mucho y porque las pone cachondas, porque sé que me va a sentar muy bien, sé que voy a estar súper atractivo y no habrá pacienta ni enfermera que se me resista.
    Pez Capricho: entonces tu no quieres ser doctor, tú quieres ser un vividor, un latín Lover, un melenas, un mosquetero, un pirata, un chulo-playa, un rompe corazones o un caza fortunas y tranquilo vida, para todo eso no hay que estudiar, lo llevas en la sangre!
    Pez León: toooooma, mi padre siempre dice que la vida es injusta, que me vaya acostumbrando, que a veces recibes bofetadas que no merecías y otras azucarillos que no te corresponden, pero no pensaba que me beneficiaría de ello. Por cierto le he traído los pendientes que se dejó ayer noche en casa. Y usted que quiere ser cuando sea mayor?
    Pez Capricho: yo de mayor soy y quiero ser una buena amante!
    Pez León: pero... ¿en qué consiste? y... ¿cuánto hay que estudiar? y lo más importante ¿cuánto se gana con eso?
    Pez Capricho: es una de las carreras más largas, hay que llevarla al día, hay que ser muy tenaz y hacerlo todo con pasión, desde lavarse los dientes, pasando por cocinar, a dar clase, jugar un partido o sonreír a un desconocido, si tienes más dudas pregúntale a tu padre y sobre el sueldo, creo que todo lo que recibo me hace muy muy rica, en todos los sentidos.

    sábado, 4 de septiembre de 2010

    Maldito Pez Pirata

    tengo un agujero en mi bolsillo, por donde todo el dinero se ha ido y tengo muchísimo trabajo que hacer con tu corazón, porque está muy ocupado, el mío no lo está, o eso quiero creer.
    Loving strangers, loving strangers, loving strangers, oh...
    Es sólo el comienzo del invierno y estoy sola, tengo mi ojo puesto en tí y quizás... algo más, aunque eso es lo de menos, ahora no lo voy, ni lo quiero pensar.
    Dame una moneda y te llevaré a la luna o regálame unas horas más y te devuelvo al mismo cielo, o lo más cerca que pueda de él, te llevaré lo más alto que las azoteas me dejen, subiremos a los tejados como dos gatos callejeros, sólo quiero que pongas la banda sonora y que la hagas conmigo.
    Un poco de música en nuestros intermitentes encuentros, sólo te pido alguna canción que me haga llorar, por sentirme tan desnuda cómo en el Círculo, otra que me pongan los pelos de punta, por escuchar palabras de atrevimiento erótico y una última que me haga sonreírte de admiración plena y no creas que te estoy exigiendo mucho, si te buscas, te encuentras y créeme vida, sabes hacerlo y se te da bien, y muy, muy bien.
    Tengo suerte de que aún no te lo hayas creído, o no seas consciente, ya te lo hice llegar al otro lado del charco, somos únicos y a cada uno se nos otorgan ciertas características que son excepcionalmente fuertes y que pueden llegar a convertirse en talento, hay que esforzarse.
    Dame un tiramisú, un café o una cerveza y te besaré como una tonta, merecerá la pena el sonrojarme, el atreverme, el agachar la cabeza por sentirte tan cerca. Como esos abrazos que nos dejan sin respiración, cómo las escaleras mecánicas que ponen nuestras bocas a la misma altura, cómo verte delante de una foto original en blanco y negro o un texto y que me provoques esa agradable sensación de torpeza, de ser incapaz de leer más que la radiación que mi cuerpo inhala por tu proximidad, me perviertes, me disturbas, me enloqueces, me haces suspirar, eres mi insomnio, mi sentencia, mi chupito, mi perdición, mi vicio, mi paga extra, mi capricho de hoy, no lo sé mañana.
    Quiero tararear tus melodías; quiero que suenen de fondo cuando esté dormida; quiero ser tu grupi-yeyé, tu mejor anfitriona; quiero que me seduzcas con tus letras; quiero sentir cómo tus acordes me penetran; quiero gastarte; quiero que me poseas y me acaricies con tanta delicadeza cómo a tu guitarra; quiero tener sobredosis de ti y gritarte "prou"; quiero que toques la armónica en mi boca; quiero que me agotes, me extasies; quiero qué caduques de estar tanto tiempo en mi nevera horizontal y no me importa empacharme o envenenarme de ti o cansarme de tanto que nos hemos consumido; quiero que todo se acabe para que empiece, ya.
    Amantes desconocidos, amantes desconocidos, amantes desconocidos, oh…

    Pez Capricho

    Basada en la canción de Russian Red, Loving strangers.

    El Pez Travieso

    es difícil de digerir, no come rutinariamente y se alimenta únicamente de travesuras. 
    Es directo, infantil y muchas veces te entrecorta la respiración, te atraviesa con la mirada, puede incluso atravesarte el corazón cuando menos te lo esperas. Su acción puede causarte algún daño o perjuicio pero de poca importancia y sus efectos son gratificantes a corto plazo.
    Ataja atravesando por tu camino sin avisar, sin pedir permiso, sin llamar a tu puerta y te pervierte, créeme, lo consigue con una elegancia y facilidad digna de aplauso, el muy pícaro.
    A través de él hacemos lo que queremos hacer, los verdaderos impulsos, los deseos que te salen desde muy adentro que no te da tiempo a filtrar cívicamente, aunque cuando lo estés haciendo no las tengas todas contigo de que realmente estés haciendo lo correcto, es más, cuando escucha las palabras "adecuado"  o "deberías hacer", le salen ronchas rojas y granuladas en sus escamas, que no le salen ni rascándose con la arena gruesa.
    Se traviste de aquello que le apetece, sin pudor, sin temor, sólo por saber que se siente ser lo que ha querido ser aunque sea por un día.
    Vive dentro de cada uno de nosotros, lo hemos aprendido hoy en la clase del Pez Táctil, nos ha contado qué, cuándo somos alevines, nos encanta jugar con él, hacerle caso y le obedecemos bastante, casi somos sus esclavos o brazos ejecutores y él la cabeza pensante, pero a medida que van pasando los oleajes, las mareas y las lluvias de verano, si te olvidas de darle de comer, se adormece en nuestro interior, perdiendo fuerza y quedándose anonadado y cada vez cuesta más despertarlo, pero hoy a mis veinte seis lunas, he decidido darle un homenaje, pienso suministrale su dieta hasta que a ambos nos duela el corazón de tanto sonreir, voy a ingeniarmelas para lo que a veces siento como culpabilidades las disfrace traveseando acciones verificadas con destreza.

    Pez Avioneta