jueves, 10 de junio de 2010

Mi querida SolEdad

¿Qué necesidad tenías?

Todo lo que te dije, ya veo, que no fue suficiente, no sé hacerlo de otra manera, de verdad, no me dejas otra alternativa, no puedo parar de mentirte.

¿Por qué tuvistes que llegar antes a casa?, dime, vida, ¿por qué?, si ya lo sabías, son ganas de pasarlo mal y aunque me pillaras encima de ella desnuda, no demuestra nada, créeme, no significó nada.

¿De verdad quieres escucharlo?, ¿estás segura?, ahora mismo te lo cuento todo, ¿así te quedaras más tranquila?, siéntate y no hagas preguntas.

Lo tenía todo más que planeado, sabes que conmigo pocos cabos andan sueltos. Estaba en el suelo de la cocina mientras Lascivia me hacía gemir, entonces desperté a la vecina de arriba, la cual, unas horas más tarde llamó a la puerta para exigir una disculpa, pero mi manipulación sutil, fue tal, que acabó disculpándose avergonzada, porque decía que no podía parar de pensar en mi, que estaba obsesionada y que últimamente le estaba ocupando todos sus sucios pensamientos, sé que vino con una explícita intención de acostarse conmigo, pero le ahorré el teatrillo cortejeador, que no me apetecía nada soportar y poner cara de alelada y al final la violé y ella se dejó y fue justo ahí cuando tu abristes la puerta y me vistes metiéndole mano a la Inmoralidad.

Tu rechazo me ha hecho tener deseos excesivos, por tu culpa soy propensa a los placeres carnales que encima no me sacian el apetito, cada vez me siento más vacía y todo lo empezastes tú, por no avisarme y protegerme, yo empecé construyendo tu jaula, mi jaula, nuestra, con un hermoso jardín y terminé prostituyéndome por ti, por no entenderte, perdóname por haberte sido infiel, perdóname por no haberte mirado con buenos ojos desde el principio, por herirte, arañarte y escupirte en la cara. Quiero poseerte, ahora, ¡ya! y si no te dejas, entonces cógeme cómo esclava y te corresponderé, lo prometo, necesito alguien a mi lado, cualquiera no, tú. Por siempre tuya.

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