42 de la Calle Burbuja

-Pez Manchado: chhhss chhhss chhhhs!!
-Pez Tirita: sabes que no me gusta que me llaméis así.
-Pez Manchado: ¿tienes algo para mi?
-Pez Tirita: no, llevo cuatro días seguidos medicandote y prefiero no darte nada o cuando sea algo grave de verdad no te hará efecto.
-Pez Manchado: de verdad me encuentro muy mal, la cabeza me d vueltas, en la tripa tengo cosas que se mueven, un nudo muy grande en la garganta
-Pez Tirita: no chico, lo siento, algún día me lo agradeceras, ¡crece!, además tu no estás enfermo, ves al 42 de la Calle Burbuja, que allí te ayudaran más que yo.
-Pez Manchado: ding-dong
-Pez Espejo: (abrió la puerta)
-Pez Manchado: hola, soy Mordi... que... esto... me han recomendado que viniera aquí
-Pez Espejo: (se queda delante de él, sin hablar)
-Pez Manchado: (pega un salto hacia atrás al ver su propio reflejo) aahhh!! ¿de verdad soy yo?, no no puede ser, ¿cómo me voy a curar?
-Pez Espejo: (cerró la puerta)
-Pez Manchado: (trás recibir ese portazo, se fue, llora que te llora sin saber a donde, sabía que iba a morir, quizás semanas, quizás un mes, quizás horas...)