martes, 31 de mayo de 2011

Shakespeare no era consciente, no

de la película y de las taras que crearía en las adolescentes, con las escenas perteneciente a su inmortal obra “Romeo y Julieta”:



Los AScensores,
guardados en las mangas de los edificios;
elevadores de deseos prohibidos, conductores de vicios;
pensamientos lujuriosos; empotrar-nos,
atrevimientos que ruborizan a sus tripulantes,
cápsula dónde escondernos,
cogerte del cuello hacia el espejo y empañar el cristal,
meternos mano sin perder segundos, una cuenta atrás,
que,  posiblemente no sucederán jamás,
es la imaginación la que vuela muchas veces,
ya que el trayecto suele ser más bien corto,
para lo que querríamos, -¿a qué piso va?-...

 ...mis labios, peregrinos ruborizados, están dispuestos a hacer penitencia por este áspero toque con un tierno beso  (...)  los labios; te ruegan que lo concedas, para que la fe no se vuelva desesperación. (...) Entonces no te muevas, mientras yo recibo el efecto de mi plegaria. Así quedan limpios de pecado mis labios, por los tuyos. [la besa] ...

Hay que leer las instrucciones de uso, aunque no les hagamos caso, porque sin saber muy bien a dónde vamos a llegar, mientras subimos, podemos desembarcar en la Azotea, ¡peligro!,dónde residen las obsesiones, la materia gris envuelta en sentimientos, ¿sube uno más?, -eso es lo de menos-, luego hay que bajar... Devúelveme mi pecado

lunes, 30 de mayo de 2011

La Petita Mort



La culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Es el gasto espiritual de la fuerza de vida. Gracias Pequeña, muerte...

domingo, 29 de mayo de 2011

En el Fondo hay espacio de sobra...

martes, 24 de mayo de 2011

¿Qué os estáis tomando?

Pez Capricho- hablando de la intrusa, sí, tiene una energía especial que te hipnotiza y es la que me obliga a perseguirla pero a medida que me voy acercando a ella veo que  tiene como una capa de distanciamiento extraña, como si fuera una especie de caracola...
Pez Pirata- me he perdido, un momento,  ¿es un pez o de qué estamos hablando?
Pez Tiritas- aquí estáis pillines, sabía que vendríais, panda de cotillas, sé que como vosotros,  está Villa Anémona revolucionada últimamente y os voy a intentar ayudar para que os quedéis más tranquilos.
Hace un tiempo llegó una historia conmovedora que sucedió a pocas millas de aquí, una tortuga marina se encontró un pececito perdido entre unas algas, tenía algunas heridas internas y una externa y estoy convencido de que estamos hablando del mismo pez, porque tiene la marca de la luna que le rodea su ojo derecho. El fenómeno mágico ocurrió al irse asemejando a ella, ya que en el trascurso de los días, el pez fue desarrollando un caparazón, sé que parece imposible, pero pasa más a menudo de lo que pensamos.
Tiene un corazón que quiere ir al mar; corazón que gusta de esconderse en si mismo; corazón que oculta, y también protege; corazón que se muestra a contraluz, y es hermoso, porque esta tranquilo, soñando, despertando en el sol de una playa. Nuestra intrusa se llama Pez Lluna, ella cree que su corazón es de tortuga pequeña... pero crecerá, y será sabia, pero no hablamos de edad, porque estos reptiles viven muchos años. Crecerá porque irá desnudándose y ensanchando cada vez que ingiera el alimento que busca, y se irá ablandando su coraza y le de la luz a sus verdaderas escamas de colores y cuando a veces lo consigue, deslumbra a aquellos que tiene alrededor, que boquiabiertos se quedan admirando su deliciosa y tentadora belleza.
Las tortugas conocen muchos secretos, suyos y ajenos y los guardan... pero muchas veces nuestra extranjera no logra escucharse a si misma, se censura, se aloca, le atormenta leer sus propios mensajes, se asusta y los guarda en tarritos de cristal y los apila en su estantería, hasta que se ve con fuerzas y los abre, otras veces la tortuga de su corazón se lo susurra cuando duerme. (Médicamente os diré que sucede cuando el alma y el corazón se juntan, aunque sea un breve instante...eclosionan deseos en forma de sueños).

Pez Capricho -pero a veces es necesario no regalar lo mejor de nosotros a alguien que no sabemos si lo valorará o no, ¿para eso es el caparazón, no?, yo quiero uno...
Pez Pirata- ... pero creo, que si el corazón permanece mucho tiempo en ese caparazón se seca, las cosas que lo hacen crecer definitivamente están afuera.
Pez Tirita- creo que entendéis el caparazón como una coraza que encierra... yo más bien lo veo como una espada que defiende.
Pez Capricho- así que si tu corazón es como una tortuga tiene dos ventajas: defenderá con presteza lo que ama y vivirá por siglos.
Pez Tirita- yo sólo os he querido exponer, quién era el Pez Lluna, para que no la temáis, tiene buenas intenciones y lo siento, no os está buscando a vosotros, ha nadado mucho para conocerle y  el Pez Avioneta últimamente, nada  no es por casualidad, tienen tanto en común que no tengo muy claro si antes os estaba hablando de uno o del otro, menos mal que ellos cuando se miran, hablan el mismo idioma. Lo que si que tengo claro, es que hace tiempo que no me dan una lección de terapia tan efectiva como la que están haciendo estos dos seres curiosos, son alumnos y maestros sin-vergüenzas, a propósito les voy a preguntar si me dan este medicamento para nuestro botiquín.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿Quién eres tú?

Pez Capricho- te has fijado... últimamente hay una desconocida nadando cerca de Villa Anémona...me tiene intrigado
Pez Pirata- ¿Qué dices?, no empieces otra vez a inventar tonterías, que nos conocemos
Pez Capricho- ¡escúchame!, la he visto varias veces y no estoy muy seguro de que intenciones tiene, pero reconozco que nadar junto a ella es agradable
Pez Pirata- y ¿cómo es?
Pez Capricho- es parecida a nosotros pero no, tiene algo raro, que no se muy bien como describir. Es verde oscura, pero al moverse tiene motitas de luz amarillas y café. Es preciosa, te quedarás embobado cuando la veas como se desliza, es como si acariciase el agua, dejando una estela de burbujas que te cosquillean la cara si la sigues...
Pez Pirata- ¿te estas escuchando?, ya sé que llevabas un tiempo aletargado buscando una nueva presa y estoy convencido que te lo estas inventando para que yo también me obsesione, siempre competimos y la última vez, gane yo, ¿recuerdas?
Pez Capricho- vale, tienes razón, es toooodo producto de mi imaginación, jaja, te moriras de envidia cuando la consiga, sabes que soy muy tozudo y aún no he conocido ningún pez que se me resista.
Pez Pirata- Bueno cuéntame que tiene de extraño, que aunque sabes que yo sólo creo en aquello que puedo tocar, me encantan tus historias fantásticas
Pez Capricho- te confieso que el otro día la perseguí, ella no me vió, creo, sube y baja muy a menudo, en busca de la orilla, no se muy bien por qué
Pez Pirata- ya sé quién es, ¡yo la vi primero!, hablé con ella, bueno ella vino a mi indagando, muy curiosa, pero creo que ni tú ni yo somos su tipo.
Pez Capricho- no te creo, lo dices para hacerme rabiar, contestame, ¿qué tiene encima de  su ojo izquierdo?
Pez Pirata- yo qué se, no me fije tanto, a ver voy a pensar... ahh si espera... tenía como una especie de seña que al mirarla te transmite...
Pez Capricho- te pillé, no lo sabes piltrafilla, tiene una cicatriz en forma de Luna Creciente y es en su ojo derecho, ¡listillo!
Pez Pirata- tienes razón, te engañé, en realidad me lo contó el Pez Ojazos, que se acercó a hablar con ella. A la conclusión que llegamos es que quiere secuestrar a alguno de nosotros. Acuérdate del pájaro que se comió al Pez Manchado, ¡pobre!, hay que tener cuidado y creo que va a por el más débil
Pez Capricho- ahora que lo dices, le vi hablando con el Pez Avioneta, estaban sentados en el Jardín de los Deseos, tendremos que estar alerta
Pez Pirata- yo voy a ir a preguntarle al Pez Tiritas, que ese sabe todo sobre todos y te cuento, porque la intrusa,tenía algo alrededor suyo, como bien dices...

lunes, 16 de mayo de 2011

Hay un momento,

un segundo, un instante, en el que quedan desnudas las dos almas, cuando yacen en horizontal, pero suele pasar desapercibido, pero si escuchamos con atención, suena como un leve crujido, es una pequeña fisura que abre el caparazón, rebosando energía que se puede transferir de boca a boca.

Pez DiAmante

Sufro de verborrea

lo siento, palabras vacias de contenidos, sin profundidad para provocar un mar de expectativas!
No es el lugar a donde quiero llegar nadando con el mensaje, sino quiero disfrutar del agua acariciando mi cuerpo.