a todos y nos informó que había en Villa Anémona un mosquito que trasmitía una rarísima enfermedad. -Es importante estar unidos, no os relajeis, debemos estar todos con los ojos bien abiertos. Desnudaros y miraros bien, centímetro a centímetro para ver si os encontráis alguna picadura-.
El Pez Carmín, advirtió que no era la primera vez que ocurría y que no hacía falta explorarse, ya que a simple vista no se manifestaban síntomas físicos y que nada podíamos hacer, quien lo padeciese se manifestaría.
El Pez León se puso a llorar al pensar que, entonces, esa epidemia era aún peor porque retrasaría la cura cuando se detectara el malestar.
El Pez Carmín intervino en el círculo añadiendo -Debéis estar atentos y ayudaros mutuamente, cuando alguien ha sido víctima de este insecto se envenena y colapsa todo el circuito, todo lo que tiene a su alrededor, para ese pecezito todo se detiene, todo deja de funcionar, todo se lentifica-.
El Pez Manchado, asustado -¿Y cómo encontraremos a los contagiados?-
Pez Carmín: -Podréis descubrir al infectado, porque necesita mucho tiempo de dedicación, es el último en salir de la clase, o del vestuario, da igual cómo se haya enredado, pero siempre sale el último, da igual lo que estén haciendo o cuantos recursos tengan disponibles, a veces puede disimular, pero notareis cuando estéis cercanos a él, que tienen como una necesidad de querer hacer o decir pero que se reprimen constantemente-
Interrumpió el Pez Espiral para tranquilizar al grupo, -No os preocupeis, nadie muere de esto, además muchas veces son enfermos temporales, que están paralizados por una circunstancia, pero que en este caso, al menos, el problema tiene solución, ya que la mordedura no ha sido muy profunda-.
El Pez Tirita se levantó y dijo con las manos sobre la cabeza, -¡¡Es urgente, hay que descolapsar a los colapsados!!, pero primero, deberíamos hacer algo contra los mosquitos, ¿verdad?-.
El Pez Mandala cerró la velada y nos dijo que no era sencillo matar la plaga de insectos entre todos, pero sí individualmente, -Cuando lo tengáis delante hay que mirarle a la cara y antes de que te contamine, reflexionar y hacer lo que crees que no puedes hacer o decir-.
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