¡descálzate para subir al velero!,
amarrado en el Puerto de los Deseos
dónde lo alquilan Just For One Day.
Navegaremos sin motor, ¡salta!,
sin carta náutica ni patrón.
Despistaremos al pescador del tiempo
y ganaremos una millas.
Acariciaremos las olas,
boca abajo con las manos.
Nos acostaremos en cubierta,
mientras se empequeñece la ciudad
y atrás quedan las luces enredadas.
amarrado en el Puerto de los Deseos
dónde lo alquilan Just For One Day.
Navegaremos sin motor, ¡salta!,
sin carta náutica ni patrón.
Despistaremos al pescador del tiempo
y ganaremos una millas.
Acariciaremos las olas,
boca abajo con las manos.
Nos acostaremos en cubierta,
mientras se empequeñece la ciudad
y atrás quedan las luces enredadas.
Te voy a seducir en la playa
dónde el cielo se desnuda,
dónde la moral no flota,
dónde el bullicio descansa,
dónde las gaviotas enmudecen, responsables,
dónde las obligaciones se ahogan,
dónde la razón no hace pie,
dónde los peces son de colores
devoran los quehaceres,
manteniendo impecables
los más profundos corales,
dónde los párpados pesan cálidamente,
dónde el viento susurra atrevimientos,
y dónde las provocaciones,
se convierten en hermosas postales.
dónde el cielo se desnuda,
dónde la moral no flota,
dónde el bullicio descansa,
dónde las gaviotas enmudecen, responsables,
dónde las obligaciones se ahogan,
dónde la razón no hace pie,
dónde los peces son de colores
devoran los quehaceres,
manteniendo impecables
los más profundos corales,
dónde los párpados pesan cálidamente,
dónde el viento susurra atrevimientos,
y dónde las provocaciones,
se convierten en hermosas postales.
¿Qué bueno, no? Las palabras resuenan como místicas forzudas. A ponerle velas a la bruja de la marea
ResponderEliminarNo entiendo tu comentario, lo siento.
ResponderEliminarMe encanta!!!que hermosura!!
ResponderEliminarForzudas no. Comenta historias añadiendo cosas sobre los peces y su entorno con un estilo ilusorio y con muy buena "pluma".
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